A veces pasan cosas con la gente que te rodea que te hacen plantearte si esa vida es la correcta, te hacen pensar que algo está mal, que tanto dolor no es posible, que las dudas son eternas, que ese destino (ese que antes no creía que existiera) juega con nosotros, o nos quiere probar todo el tiempo, para ver si somos lo suficientemente fuertes para sobrellevar todo lo que pasa.
La vida me hizo luchar desde que tenía 6 años. Con los años, llegó un momento que dije "Basta!!! no puedo más", pero la gente que estaba alrededor mío, no me dejó bajar los brazos. Así comprendí, que las cosas obtenidas con ese esfuerzo extra, tienen otro gusto, otra satisfacción, que nos llevan a disfrutarlas el doble. Hacía un tiempo pensé: "Ya está, lo malo ya pasó, ahora se viene la vida facil", pero no, las cosas se volvieron más dificiles que nunca, y de nuevo decidí pelear por ellas.
La frase que odio ("Qué más puede pasar?"), se vuelve recurrente, pero con el mismo odio que antes, puedo decir que no es así, que eso no se debe decir, ya que siempre se puede estar peor.Lo que me lleva a escribir esto, es un planteo de un millón de pensamientos en mi cabeza, de pensar lo bien que me hizo ver a mis manitas el viernes por la noche, estar con mi familia casi todo el fin de semana, que mi abuelo después de todo, sigue bien como siempre, que no hay nadie que iguale a mi mamá y las salidas con ella, mi embubota que a pesar de que a veces pienso que es insoportable, es la persona que me muestra todos los días que los sueños se pueden hacer realidad, y que nada puede ser tan malo como parece. Y vos, que cuando me siento mal me mirás y me decís que todo va a estar bien, que vos empezaste esto y vos lo vas a terminar, y que algún día podremos cumplir nuestros sueños pasados, que se van a hacer presente en algún punto.
La vida te enseña a cada paso, lo importante es aprender, para poder seguir adelante.
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