lunes, 29 de diciembre de 2008

El fin de un viaje


Luego de tres años, puedo decir dos cosas:
1. SOY PERIODISTA
2. Se termina una etapa hermosa de mi vida, a ustedes la vida de gracias mi secta.

Lo de recibirme, era algo que con lógica iba a pasar. Nunca estuve tan segura de lo que quiero hacer el resto de mi vida, y que ahora que soy periodista, quiero hacerlo a tiempo completo, quiero un cambio de vida.
Seguir estudiando, buscar trabajo de lo mio, poder cumplir mis metas es lo que me motiva todos los días para poder seguir trabajando hasta llegar a lo que quiero ser. Pero esto no sería nada si no hubiera estado acompañada de "ellos".
Para enfatizar el punto número dos, voy a citar una canción del cuarteto de nos, "soy lider de mi propia secta", en este caso, no se si lider, pero tengo mi secta, la secta TpTea.
Se que ahora los días se me van a hacer difíciles porque ya no los tengo conmigo. No puedo decir con seguridad "nos vemos el lunes" por ejemplo. Con algunos eso va a pasar por suerte, Juju y Cebo que siempre junto seguimos pisando nuestros propios pasos.
A los demás, no los veré tan seguido, pero el amor por ustedes siempre está, y espero verlos con frecuencia.
Gracias a la secta, que hizo que Tea sea un lugar mágico para mí, que hicieron que fuera una alegria cada cobertura, trabajo, investigación. Hasta en el Borda fue divertido.
Gracias, por que siempre me bancaron, a veces feliz, a veces triste, o cansada, o desesperante como suelo ser.
Gracias por ESA FIESTA, que hizo que todos nos divirtieramos y pasaramos nuestra última noche de estudiantes, como nunca.
Los quiero demasiado a todos, aunque con algunos hable más que con otros, todos son especiales para mí.
Aunque hoy termine nuestro viaje juntos, seguimos caminando de la mano, SIEMPRE.


COLEGAS! (L)

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Lejos de todo lo que me hace mal

De ahora en más viviré viajando, lejos de todo lo que me hace mal...

Porque siempre es así, si algo te hace mal, es mejor dejarlo ir. Porque eso que te hace mal te termina matando de cierta forma, alguna parte de vos muere con eso malo que no te deja vivir.
Hoy tuve varias situaciones que colmaron mi paciencia y serenidad, esas que sólo se arreglan con una escapada al shopping (que les cuento fue lo que hice).
Alejarme, sóla caminar, manejar, escuchar música, sin que nadie me diga nada. Bah, dos personas me dijeron algo. Una, mi Jujú, me llegó al corazón con un mail que me dejó perpleja y con lágrimas en los ojos. Ella sabe muy bien por lo que estoy pasando y es mi mejor consejera del corazón que puede existir para lo que ahora acontece con el mío.
Otra, mi diva bella Mil, que me dejó ver todo lo que me conoce y se entera de paso, que en mi frio corazón ella tiene un duplex de 100 habitaciones para vivir.
Una persona fuerte no se puede dejar caer, y menos que los demás vean cómo caen. Creo que escribo todo esto acá porque sé que vos nunca lo vas a ver, y eso me deja tranquila. No quiero que veas lo que sufro por no verte, no quiero que sepas cómo estoy. Preferiría que entiendas que hay cosas que todavía me duelen, y que preferiría no pasar, pero creo que eso ya lo sabés.
A tan poco de recibirme, de vivir todo eso que toda la vida esperé: La fiesta de egresados, la entrega de diplomas, ser una profesional, el cerrarle la boca a más de uno que pensó que no iba a poder, y por qué no a mí misma, que tampoco me creí en algunos momentos.
No me voy a dejar caer y no me van a ver caer, por eso me voy viajando por la vida lejos de todo lo que me hace mal y no me deja disfrutarla.
Y de ahora en más viviré viajando... como reza la canción.